La escalera de la iglesia de Santíssima Trindade, en Águas de Meninos, donde suben decenas de personas todos los días, ahora es solo silencio. Sin palabras, sin acción, solo la oración silenciosa de hombres y mujeres que entienden el dolor de los demás y se han unido para expresar solidaridad con los familiares de las víctimas de COVID-19, lo que, según una encuesta realizada por el consorcio de medios, ya afecta Más de un millón de brasileños.