En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco, tras recordar la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que cierra el año litúrgico, recordó la gran parábola en la que se despliega el misterio de Cristo, Alfa y el Omega, el comienzo y el cumplimiento de la historia, dijo el Papa, y la liturgia de hoy se centra en el "omega", es decir, en el destino final.