El jefe Epifanio Moreno, de la etnia indígena Waraos venezolana, ha estado en Brasil durante casi tres meses. Sin hablar portugués, se comunica solo por señas. El pasado 14, en una visita a la sede de la Acción Social Arquidiocesana de Paraíba (ASA), en João Pessoa, recibió las llaves de una casa. El gesto, devuelto con una mirada de gratitud, volvió a hacer innecesarias las palabras.