Canastas, viandas, ollas populares, tapabocas, mantas, abrigo, acompañamiento y contención espiritual, son las palabras clave que describen muy someramente las acciones que los grupos de pastoral social de todas las diócesis del país activaron cuando aparecieron las primeras alarmas ante la emergencia sanitaria por COVID -19 que emergió, en nuestro país, a mediados de marzo.