GoDaddy, Shopify u otros), etiquete su sitio web siguiendo estas instrucciones.
La vida consagrada es un don del Padre, por medio del Espíritu Santo, a la Iglesia; es un camino especial de seguimiento de Jesús; está convocada a ser discípula, misionera y servidora del mundo; es testigo de que sólo Dios basta para llenar la vida de sentido y de gozo. Estas son algunas de las bellas expresiones que utilizaron los Obispos latinoamericanos y caribeños para referirse a la vida consagrada. En el campo de la misión, las consagradas y consagrados están llamados a hacer un anuncio explícito del Evangelio, especialmente a los más pobres, en sus lugares de presencia, en su vida fraterna y en sus obras.
También están llamados a colaborar, desde sus carismas fundacionales, en la gestación de una nueva generación de discípulos misioneros y de una nueva sociedad donde se respete la justicia y la dignidad de la persona humana. Y, por último, está llamada a ser experta en comunión, tanto al interior de la Iglesia como de la sociedad.